miércoles, 16 de mayo de 2012

De soluciones literatúricas a la pobreza, perversiones, malicia recordatoria y otras cosas que te pasan cuando dormís poco





Ya está- le digo al otro que no es otro sino yo mismo- escribo relatos eróticos, eso debe dar guita y además debe ser fácil. 
No tenés que ser trillado, ni irte al carajo, no es ni en pedo algo para vos- me responde mientras mira a Fantino entrevistar a Mariotto (en otra gran cuota de non sense).

Entonces yo lo contradigo y empiezo a escribir en el cuadernito. La chica se terminó de sacar un overol, vuelve de la fábrica cansada y ve a su vecina haciendo lo mismo en la ventana...por Tutatis, estoy haciendo erotismo socialista.

Bueno, empiezo de nuevo: Desde hace un tiempo Juan espiaba a su prima ir al baño. Varias veces había pensado en poner una cámara para tener un plano del momento justo en que se dilataba y evacuaba...Puaj! ¿a quién le puede gustar esto? ¿de dónde salió? ¿habrá Poringa arruinado mi mente para toda la eternidad?

Último intento, vamos a algo fácil, no puede fallar. Ella no entendía porque no podían tener intimidad como se debe hace tiempo, ese día, encontró en un cajón, el viejo collar que usaba antes Rex, su difunto pastor alemán, encajaba justo en su cuello...Complicadísimo...

¿Viste?- Me dice él, socarronamente- Te dije que no era para vos...

Algo de razón tiene, pero cuando apague la tv se perderá la media hora de jazz que pasa radio clásica nacional a la medianoche.

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