lunes, 30 de abril de 2012

De náuseas, un viernes sin reliverán, más formas de maldad intrísecas a la psique y Buñuel demandándome por plagio



¿Quién será mejor? Ojo, no niego la profunda sensación de náusea, recorriéndome la garganta. Vómito contenido por la reiteración de cosas desagradable que lee en voz alta el imbécil, un necrocoprofílico de Lamborghini, que está en un celular, que está en uno de los lugares más horribles de la tierra, al que arrastré casi sin querer a unos cuantos. Le miro los pies, contengo la hamburguesa que sube por mi esófago, le miro el rostro de gedido a Tintín, cierro los ojos y me veo nadando en una cloaca. Yo no puedo ser mucho mejor, estoy allí, leeré para esos mismos romanos que se creen que son demasiado para el circo de cualquier gil, que hablan con voz de elegir las marcas y leer el Sí o el No ávidamente. 
Y los míos allí y mi campera verde, el calor se hace sofocante, y no hace calor, se me seca la boca, tendría que tomar 15 litros de agua y mearme allí directamente, olvidarme de todo, pedir que me lleven a upa al arenero. Volverme un subnormal y dejarme de todo eso. 
Dejar todo y no subir a hacer ninguna monería. El breve pero febril sentimiento de saber que pasaría, de actuar en contra de mi instinto, un tacho de basura que me vacía la vergüenza en la cabeza. 

Y encima joder a unos cuantos queridos. 

Cuando subo al 160 veo pasar cuatro fakires cargando un ataúd azul. Seguro que irán a enterrar mis obras, testimonio de la mediocridad del que no se asume horrible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario