miércoles, 25 de abril de 2012

Una vez más: De la voz de dios, grabaciones nocturnas, entidades externas y superiores, y la cínica costumbre de grabar pensamientos.













Cada vez que leo a Borges me convenzo de que todos los que "escribimos" somos niños persiguiendo a un dios lejano y regado del oprobio del tiempo. En cada línea la certeza de algo que excede a la imprenta, que se encuentra en un lugar inaccesible, aún para el propio Jorge Luis.
Su sangre efervescente encerrada en la mano de la pluma, y el cuerpo a modo de los estoicos, mero envase, escucha melodías de otros y transcribe apenas dando cuenta de su dueño es su dueño y es objeto de otros pasados... (ruido de velador que se apaga)


NOTA: Leer a Borges winamp es interesante. Grabarte con el celular recitando pavadas, un error. Viva este espacio.

3 comentarios:

  1. "si hay un Dios tiene la cara y la voz de Borges"
    me dijiste a la salida del velódromo en aquel febrero montevideano.
    no me olvido.

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  2. anita que tiene pajota de loguearse25 de abril de 2012, 22:42

    viva este eswpacio!!!

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